El cambio climático que se ha evidenciado por la alta cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, ha motivado al mercado y a la ciencia contribuir para detener el avance de este fenómeno.
Una de las soluciones parecía ser la transición a autos eléctricos, pero un estudio asegura que esto podría no ser tan cierto.
El sector del transporte es responsable de una cuarta parte de las emisiones totales: 8 gigatoneladas por año, cifra 70% más alta que hace 30 años. Pero ¿por qué los autos eléctricos podrían contaminar más que los diesel?
Porque se necesitan enormes cantidades de energía para extraer el litio, el cobalto y el manganeso que se necesitan para producir las baterías de los automóviles eléctricos. Otro motivo, es que para mantener cargados los vehículos eléctricos, la energía se extrae de la mezcla de la red, lo que requiere más carbón, más gas y, en consecuencia, más emisiones de CO2.