La comunidad católica de Caldera conmemoró con profundo respeto y cariño los 80 años de la pascua de Fray Crisógono Sierra y Velásquez, conocido popularmente como el “Padre Negro”, figura emblemática del norte de Chile por su vocación, cercanía con el pueblo y supuesto don milagroso.
Durante tres días, vecinos y visitantes participaron en una emotiva programación organizada por la Agrupación de Laicos por la Canonización del Padre Negro, que incluyó una tertulia sobre su vida, una velada artística, una misa solemne y la tradicional romería hacia su tumba.
El conversatorio realizado en la parroquia San Vicente de Paul contó con la presencia de familiares del sacerdote llegados desde Colombia, su país natal. Entre los expositores, destacó la participación de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, quienes aportaron con testimonios sobre su infancia y juventud antes de iniciar su vida religiosa en Europa.
La segunda jornada se vivió frente a la Gruta de Lourdes, lugar cuya construcción lideró el propio Padre Negro junto a la comunidad. Artistas locales y regionales ofrecieron un homenaje musical con canciones y décimas dedicadas al franciscano, cerrando con una interpretación del “Ave María” y la emblemática canción “Rosas Negras”.
La conmemoración culminó con una misa presidida por el Obispo de Copiapó, Monseñor Ricardo Morales, seguida de una romería al cementerio local, donde reposa desde 1945. “El Padre Negro fue un verdadero testigo del evangelio y estamos confiados en que el proceso para su canonización avanzará con buenos frutos”, señaló el obispo.
El legado del Padre Negro sigue vivo en las memorias de Atacama, no solo por sus obras sociales y religiosas, sino también por su carisma y cercanía con los más necesitados. A 80 años de su fallecimiento, su figura continúa inspirando fe, esperanza y unidad entre creyentes y no creyentes.