Lo que comenzó como una idea con humor y sabor, se transformó en un fenómeno nacional. Hablamos de “Adiós Gabriel”, el vino creado por Guillermo Matus, emprendedor y fundador de la Destilería Archipiélago, que se ha hecho viral en redes sociales y se agotó en menos de 10 días.
En conversación con el programa “Menú Patagonia” de Patagonia Radio, Matus relató que el vino nació como una mezcla de ironía, creatividad y un guiño político sin confrontación. “Es una marca que cada quien interpreta a su manera. Para algunos es una despedida, para otros, un regalo cargado de humor. Lo importante es que ha sido recibido con mucha buena onda”, afirmó.
El vino —un Cabernet Sauvignon reserva privada producido en Requínoa y embotellado por la viña Bestias Wine— fue lanzado con una primera partida de 1.200 cajas, que se vendieron completamente en solo 10 días. Debido a la alta demanda, ya se trabaja en una nueva tirada de 3.000 cajas, muchas de las cuales están comprometidas.
“Nunca imaginé que sería un fenómeno tan explosivo. Pero lo celebramos con moderación y con buen humor”, comentó Matus, quien también lidera la distribuidora Pellín y el Parque Pomponal en Chiloé.
Además del revuelo que ha causado el nombre, el producto ha sido destacado por su alta calidad. Su valor al público es de $6.990 por botella, y $35.000 por caja de 6 unidades. Pronto se sumará una segunda cepa: un Merlot bautizado como “Merlots”, continuando la línea de nombres con guiños a la actualidad nacional.
¿Dónde comprar “Adiós Gabriel”?
El vino ya se puede adquirir a través de la página web de Destilería Archipiélago, además de puntos de venta en Santiago, Puerto Montt (La Colina, La Dosis, Gallo, Millaray), Valdivia, Concepción y otras ciudades del país.
La destilería, ubicada en una zona rural cercana a Chonchi, destaca por su enfoque artesanal, el uso de agua pura de pomponales y una filosofía basada en el respeto por la tierra y la tradición del sur de Chile.
“Este no es un vino con mala onda, sino con chispa. Lo importante es brindar con calidad y con sentido del humor. Nos falta eso en Chile”, concluyó Matus.