En medio de una jornada habitual en la feria René Schneider de Rancagua, una escena inesperada desató controversia: el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, fue grabado adquiriendo productos a vendedores informales, conocidos como coleros. La situación generó indignación entre los feriantes formales, quienes denunciaron que estos comerciantes operan sin cumplir las regulaciones necesarias.
Desde los gremios del comercio formal, las críticas no se hicieron esperar. Daissy Mondelo, de la Multigremial Nacional, calificó como “inaceptable” que un representante del Gobierno dé un mal ejemplo al preferir el comercio informal.
Por su parte, José Pakomio, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, subrayó que "Uno esperaría que un ministro diera el ejemplo adquiriendo productos en puestos establecidos, y no a los coleros que tanto perjudican a los feriantes formales".
En su defensa, el Ministerio de Agricultura emitió un comunicado señalando que el registro fue malinterpretado y que el ministro desconocía la condición irregular del vendedor. Además, reafirmaron su respaldo al comercio formal y a los pequeños empresarios que respetan las normativas.