El Estudio de Gestión Menstrual del Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) publicó su primer estudio enfocado en población hipervulnerable.
En este se determinó que solo un 48% de las internas cuenta con productos de higiene menstrual los días que necesita.
Dicho estudio se enfocó en personas privadas de libertad, en situación de calle y personas menstruantes que viven en campamentos.
Se detectó que un 41% de las personas privadas de libertad acceden a los productos sanitarios mediante sus visitas y que solo un 25% de ellas sienten privacidad al utilizar el baño.
En relación a las personas en situación de calle la cifra es aún mayor. Según indicaron desde el SERNAC, solo un 37% cuenta con los productos sanitarios todos los días que dura el proceso.
El gran costo para las personas menstruantes
El gasto para las personas menstruantes es significativo, ya que el periodo de gestión menstrual dura aproximadamente 40 años.
Según cifras del SERNAC en el Estudio de precios 2022, si el periodo dura siete días y se utilizan toallas desechables y antiinflamatorios, una persona puede gastar 125 mil pesos anuales.
Durante 2020, en la Cámara de Diputadas y Diputados se aprobó la resolución para solicitar al Presidente de la República el envío de un proyecto de ley que contemplara la distribución gratuita de productos de higiene menstrual.
En este se incluía proporcionar estos productos en los centros de salud pública, los albergues y las cárceles en Chile.
Sin embargo, la propuesta para facilitar el acceso a dichos productos, no llegó a concretarse.
Productos de gestión menstrual más utilizados
En el sondeo se señaló que la toalla higiénica es el producto más conocido (99%) y utilizado por las internas (94%).
En relación a los productos reutilizables, la más mencionada fue la copa menstrual, llegando a 33 puntos porcentuales. Pese a esto, no es muy usada por las internas (8%), ya que no sienten la privacidad necesaria ni cuentan con las condiciones para lavar la copa menstrual.
Respecto a las personas en situación de calle, muchas veces no cuentan con productos de higiene menstrual.
Debido a esto, deben utilizar otros que no fueron diseñados para gestionar la menstruación, tales como paños de género, papel higiénico, pañales, mascarillas y ropa.