La última semana del 2023 dejó un total de 36 rescates de bañistas realizados por los salvavidas municipales, quienes se despliegan a lo largo del borde costero de la ciudad.
Aproximadamente más de 120 mil personas acudieron a las distintas playas durante los fines de semana de Navidad y Año Nuevo, la cifra más alta registrada en los últimos cuatro años. Dicha afluencia significó un alto número de situaciones de riesgo, las que afortunadamente terminaron sin víctimas fatales.
Edgar Muñoz, Encargado de la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Arica, expresó que “sin duda tuvimos una masiva concurrencia en nuestras playas y destacamos la labor de nuestros salvavidas y paramédicos, quienes ejecutaron un exitoso plan de resguardo, lo cual nos permitió no tener bañistas fallecidos, abordar las acciones de riesgo y brindar atención oportuna en nuestras enfermerías de cada balneario”.
La Dirección Municipal de Turismo y la Corporación Costa Chinchorro activaron sus respectivos planes de resguardo para mantener las condiciones de seguridad para los bañistas, resultando con éxito.
En específico, las situaciones más complejas se viven en Playa Chinchorro y Playa Las Machas, siendo esta última no apta para el baño, pero donde los salvavidas municipales brindan colaboración. Solo entre el 25 de diciembre y el 01 de enero se registraron 36 rescates de bañistas, todos en Playa Las Machas. Por su parte, en Playa La Lisera el énfasis estuvo en prevenir accidentes por los piqueros desde La Peña, como así también brindando 14 atenciones en enfermerías.
Se proyecta que durante este verano las playas de Arica continúen con una alta afluencia, influenciado esto por la mayor presencia de turistas provenientes de Bolivia, Perú y de otras regiones de nuestro país.
El llamado a la comunidad y a los visitantes es a preferir siempre las playas habilitadas para el baño, que son La Lisera, El Laucho y Chinchorro, además de obedecer siempre las recomendaciones de los salvavidas. En el caso de Playa Las Machas, se reitera el llamado a no ingresar al mar, dada su alta peligrosidad.