Con más de 40 ponencias y talleres teóricos-prácticos, se llevó a cabo el “VI curso de actualización en gastroenterología” el pasado 5 y 6 de junio, orientado a entregar nuevas herramientas diagnósticas a médicos no especialistas y de la Atención Primaria de Salud (APS), con el objetivo de optimizar el manejo clínico de los pacientes; en tanto, paralelamente se realizó el “III curso de Enfermería y TENS” dirigido a profesionales que trabajan en el ámbito y unidades de endoscopía.
La iniciativa organizada por la Sociedad Chilena de Gastroenterología a través de su filial Gastro Norte, dirigida por el académico de la Universidad de Antofagasta, Dr. Alejandro Villalón Friedrich, congregó también a estudiantes, becados y médicos en general.
Respecto a las distintas patologías que afectan al aparato digestivo, la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE) ha advertido el aumento de casos en Chile, especialmente enfermedades inflamatorias intestinales (EII), incidencia que se debería a factores diversos, que incluyen los cambios en el estilo de vida, la dieta occidentalizada, la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 (indirectamente) y componentes ambientales, igualmente, la postergación de exámenes endoscópicos ha impactado en la detección temprana de los cánceres digestivos, lo que podría repercutir en el incremento de los decesos a causa de esta afección.
“El objetivo de hacer este curso es porque principalmente después de la pandemia la cantidad de síntomas digestivos de la población aumentaron mucho. La gente a raíz del encierro empezó a tener más cuadros de dolor abdominal, distensión. Hubo un retraso en el diagnóstico de muchas enfermedades por lo mismo. Entonces lo que nos estamos encontrando ahora es con una avalancha de pacientes que no vieron satisfecha su resolutividad diagnóstica”, explicó el director de Gastro Norte, Dr. Alejandro Villalón.
Asimismo, agregó que a través de este tipo de cursos “se entrega una actualización sobre el diagnóstico y manejo de patologías prevalentes, logrando así optimizar los procesos de derivación a las especialidades en los casos que corresponde”.
Por su parte el presidente de la SChGE, Dr. Gustavo Bresky Ruiz, además de destacar el curso como una instancia de educación y retroalimentación, hizo hincapié en los requerimientos que demanda el sistema sanitario. “Las principales necesidades son poder tener equipos más completos, hay algunas especialidades que son carentes en las regiones, y por lo tanto, la orientación que le damos a los cursos se basa en las necesidades de educar a todos los médicos que atienden a los pacientes gastroenterológicos, que no son solo los que tratamos los gastroenterólogos, la gran mayoría de los pacientes que tienen enfermedad digestiva los tratan los médicos de atención primaria, los médicos internistas, y no nosotros, y por eso tenemos que ponernos de acuerdo en conceptos y en las formas de enfrentar a los pacientes, para que sean solo derivados a los gastroenterólogos aquellos que tienen una necesidad especial”.
Ponencias, talleres y exámenes
En total fueron 44 presentaciones relacionadas al campo de la neurogastroenterología, hepatología, endoscopía, intestino y un bloque especial enfocado en temáticas diversas, como el manejo de la enfermedad diverticular, la erradicación del Helicobacter pylori, el riesgo operatorio en cirrosis y las urgencias anorectales, entre otras exposiciones.
Además, como parte del programa científico del “III curso Enfermería y TENS”, se efectuaron una serie de charlas divididas en los bloques “Endoscopia” y “No todo es endoscopía”. Posteriormente se dictaron los talleres prácticos, “Insumos endoscópicos”, “Electrocoagulador/APC, Andover”, “Sondas pH-metria/Impedanciometria, Medtronic” y “Hemostasia con hemospray, Cencomex”.
En el contexto de la jornada de gastroenterología, también se desarrolló un operativo endoscópico que benefició a seis pacientes que se encontraban en lista de espera en el Hospital Regional de Antofagasta. El procedimiento consistió en una endosonografía diagnóstica con punción, examen que permite detectar y evaluar lesiones, el cual tiene un valor que fluctúa entre uno y tres millones de pesos.
Fueron dos jornadas útiles y productivas, sin embargo, el desafío de la red sanitaria es mejorar la cobertura de la relación de médicos por población y que la distribución territorial sea homogénea, considerando la alta concentración de especialistas en Santiago, versus la existente en regiones.