La Fiscalía Metropolitana Occidente informó este martes 16 de diciembre los resultados de la denominada “Operación Apocalipsis”, un masivo operativo que permitió desbaratar una red de corrupción que operaba al interior de los penales Santiago 1 y CPF de San Joaquín. El procedimiento dejó 66 personas detenidas, de las cuales 44 corresponden a funcionarios de Gendarmería, tras allanamientos realizados en siete regiones del país.
La investigación permitió establecer que gendarmes se coludían con civiles para permitir el ingreso de elementos prohibidos, como celulares, drogas, alcohol, alimentos y chips telefónicos, además de facilitar el acceso de personas no autorizadas que simulaban ser visitas. Según la Fiscalía, esta estructura criminal funcionó de manera estable entre 2022 y 2025, moviendo más de $6.300 millones mediante pagos y transferencias bancarias asociadas a cohecho y sobornos.
El fiscal regional Occidente, Marcos Pastén, señaló que “hemos detectado que previo pago se permitía el ingreso de elementos prohibidos y de personas que no cumplían los requisitos legales”, detallando además el congelamiento de 183 cuentas bancarias, la incautación de vehículos y dinero en efectivo. En tanto, el director de Gendarmería, Rubén Pérez, afirmó que los funcionarios involucrados serán desvinculados, agregando: “han violado el juramento a la bandera y no representan los valores de la institución”.